A pesar de su tamaño, el Panamera no es una berlina de lujo como puede serlo un BMW Serie 7. El acceso al habitáculo no es tan cómodo —los asientos van colocados cerca del suelo—, es menos silencioso —sobre todo por el ruido de rodadura— y no tiene una suspensión que aísle perfectamente a los ocupantes del estado del asfalto. El Panamera tiene una suspensión firme, pero no seca.
Las sensaciones que transmite son distintas a las de los turismos de su tamaño que he conducido por ahora —no he probado el Maserati Quattroporte—. Su respuesta al volante es muy directa, la carrocería se balancea muy poco y parece menos pesado de lo que es (más información en las impresiones de conducción).
GTS

Tiene un motor V8 de 4,8 litros que da 430 CV, 30 CV más que los que da en el Panamera 4S. Este incremento de potencia se consigue mediante cambios en la admisión, con nuevos árboles de levas. El cambio es automático (de doble embrague «PDK») y la tracción a las cuatro ruedas.
Esta versión alcanza 288 km/h y llega a 100 km/h saliendo desde parado en 4,5 segundos. El consumo medio es 10,7 l/100 km con los neumáticos de baja resistencia a la rodadura.
La suspensión de serie es neumática y rebaja 10 mm la altura al suelo; los amortiguadores son más firmes. Entre el buje y la llanta de las ruedas traseras hay unos separadores de 5 mm de grosor. Las ruedas tienen de serie llantas de 19" de diámetro y neumáticos de medidas 225/45 delante y 285/40 detrás.
Porsche ofrece todos los colores de la gama del Panamera y además un rojo exclusivo para el GTS.
El resto del artículo es el que publicamos el 29 de julio de 2012.
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